domingo, 1 de mayo de 2011

Ser adulto mayor y gay en Chile


Estuve buscando información sobre este tema en la web, y me encontré con un reportaje de Opus Gay  en el que se da a conocer cómo es que viven un  grupo de adultos mayores en Chile y también con una iniciativa del año 2007 del Movilh, de reunir en su sede a un grupo de adultos mayores, lo que en su tiempo fue reconocido por la CEPAL.

En España a los adultos gays mayores se les denomina "carrozas" concepto que resume muy bien la imagen que muchos tienen de ellos. Al disminuir su actividad sexual y cambiar la imagen construida de que lo hermoso es lo que es joven, se produce una invisibilización de estas personas. Surge la pregunta de ¿Cómo es que vivirán su vejez estas personas doblemente discriminadas?  por ser gay y por ser adultos mayores, ¿Quién los acompaña? si es que no tuvieron hijos, ¿Cómo será su salud mental? ¿Las políticas sociales llegarán a quiénes son gays, adultos mayores y pobres? Sería necesario investigar para dar respuestas a estas importantes interrogantes.

El año pasado conversando con una vendedora de seguros me señala: "bueno actualmente tienes 36 años, tu te jubilas el año 2039 y si sigues cotizando por el monto actual recibirás un monto de jubilación mensual de XXXX pesos". La verdad que cuando le puso fecha a mi año de Jubilación dejé de escuchar sus palabras, pensaba que el 2039 no se veía tan lejano.

Lo anterior refleja la inquietud además de quienes somos gays respecto de cómo será nuestra propia vejez, ya que, al menos yo no conozco muchos referentes a los cuáles seguir. Creo que es importante pensar seriamente en nuestra propia vejez, ya que ello podría transformarse en gran motor colectivo para energizar las demandas que hoy se requiere aprobar, como reconocimiento legal de la pareja. También podría visibilizar  los requerimientos de este grupo etario para implementar políticas de apoyo específico, en eso creo que la iniciativa del Movilh es un buen comienzo. Pero claramente falta mucha información.

Finalmente me queda la sensación de que quiénes aún no somos adultos mayores nos estamos perdiendo una serie de aprendizajes, de sabiduría acumulada de personas que debieron luchar con los mismos prejuicios y los propios miedos que nosotros, para buscar la felicidad. Que bueno sería que pudiéramos generar espacios de intercambios y mutuos aprendizajes; lo que podría resultar es que nuestras demandas serían tan ensordecedoras y brutalmente consistentes, que no podrían dejar de ser escuchadas y obligaría a poner en prioridad en la agenda pública nuestros temas de igualdad de derechos.



3 comentarios:

Felipe Benito dijo...

Me encanta tu visión!
voy por mas de tu blog.

Anónimo dijo...

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Unknown dijo...

Seria importante tener mayor informacion