Presentación

ES UNA DECISIÓN SER FELIZ






Esta escena de la Película "Beautiful Thing" o "Dulce Amistad" en español, fue muy liberadora en el año 1999. En aquel entonces tenía 25 años con una pulsión y deseo sexual reprimido, con miedo hasta de pronunciar la palabra "Homosexualidad" incluso para mi mismo, aún no exteriorizaba mi condición sexual a nadie.

Extraño pues si bien vengo de una familia esforzada y machista, como muchas en Chile, mi ideología era bastante progresista, eso hasta que se tocaba el tema de la homosexualidad y me cerraba como una ostra; por miedo, sí por miedo a mi mismo, que me descubrieran, que se me escapara algo que me delatara o abriera la puerta para que me interrogaran Así es que lo único que me quedaba hacer era hablar huevadas y argumentaciones incoherentes con mi pensamiento progresista.

Ahora sé que luego de toda el agua que ha corrido bajo el puente, mis amigos e incluso mis padres ya lo sabían y esperaron el momento en que yo decidiera exteriorizarlo, tanta energía gastada y todo era más fácil, pero vamos cada uno tiene sus tiempos y procesos.

Volviendo a la película, una de mis compañeras de la universidad, hoy una de mis mejores amigas, sugirió que la fuésemos a ver al cine Arte Alameda. Con susto no le pude decir que no y partimos. Fue la primera vez que vi a dos hombres besándose, además en una historia de dos adolescentes que descubrían su orientación sexual de forma muy natural y con afecto. Vaya a saber uno si esta ida al cine fue una de las cosas que gatillaron salida de mi ropero de mimbre al año siguiente.

Hace 11 años comenzó mi salida de este chileno ropero de mimbre, la aceptación de mi mismo y de mi orientación homosexual no ha sido fácil... no es fácil.  No sabría como explicarlo, ya que en su minuto fue más intuitivo que racional, pero el proceso de autoaceptación requiere dedicarle tiempo, quizás nunca termine... requiere de la disposición para mirarse en lo que nos gusta y también en lo que escondemos bajo la alfombra; de querer hacer algo con esto, algo que nos permita establecer vínculos armoniosos con los demás y con el entorno.

Implica reconocer que la búsqueda de la felicidad no está "allá afuera", sino que parte por una valoración propia y se despliega en los espacios en los que transitamos; a pesar de que aún no tengamos un reconocimiento social para expresar libremente nuestros afectos.

... si la gente supiera todo el daño que esta marginación provoca en personas como yo, otros y otras...

En enero de este año leí que una empresa de Gelatería Chilena tuvo que pedir disculpas públicas porque una de sus vendedoras le dijo a una pareja gay que ella "no atendía maricones", en febrero un periodista de televisión también tuvo que pedir disculpas por decirle a uno de los panelistas "no me toquí fleto" en el programa Alfombra Roja de Canal 13. Estamos ad portas de que el ejecutivo presente la propuesta de Unión Civil que reconoce derechos importantes, aunque no son todos, a las parejas gays. Hoy nuestros líderes no han podido seguir haciendo vista gorda en el reconocimiento de igualdad de derechos. Algo se avanza.

Supongo que la vida nos plantea a todos y todas distintas dificultades, dentro de las cuáles en mi caso fue la aceptación de mi orientación homosexual. Yo diría que mi mejor estrategia de sobrevivencia ha sido decidir lúcidamente ser feliz, amando profundamente, tratando de convivir de forma valiente con mis miedos y de reconocer mis contradicciones con humildad y transparencia; tal como dice la canción de la escena escogida "hacer mi propia clase de música" .... de lo que me siento felizmente orgulloso ... a veces desafino un poco, pero es bella porque es la mía.