domingo, 18 de diciembre de 2011

Cuidemos nuestro cuerpo, es nuestro vinculo con el mundo


Hace un tiempo que venia subiendo de peso progresivamente, en cinco años subí 16 kilos, es increíble pero no te das cuenta como es que vas acumulando kilos. La alerta la puse cuando califiqué en la categoría de Obeso, además que físicamente no me sentía nada bien, eso fue hace tres meses atrás.

Haciéndome cargo de este serio problema de salud, fui al médico, nutricionista y comencé un plan alimenticio para bajar los kilos demás. En los últimos tres meses he bajado 11 kilos y el efecto positivo ha sido notorio.

Escribo sobre este tema por varios motivos, el primero compartir con ustedes esta alegría de estar ya en el peso aconsejable por los médicos y con el cual de verdad me siento muy bien. Lo segundo es con la finalidad que comentarles que si uno busca ayuda de especialistas y enfrenta la situación, se pueden obtener buenísimos resultados.

En mi caso el tratamiento incuyó la auriculoterapia, es decir alrededor de 5 imanes muy pequeños que se pegan en la oreja con la finalidad de disminuir la ansiedad,  esto complementado con un régimen de proteínas y verduras durante el primer mes, luego los meses siguientes retomando los carbo hidratos, siempre en menor cantidad. 

La verdad es que no he pasado nada de hambre, pues uno de los temas importantes es que he ordenado la hora de las comidas, antes no tomaba desayuno y en la noche cenaba muy contundente y luego me iba acostar. Hoy desayuno todos los días, no me salto las comidas y tomo alrededor de 2 a 3 litros de agua diaria. Nunca he sido muy bueno para los deportes, pero hace dos meses estoy haciendo ejercicios tres veces por semana. Físicamente me siento muy bien. Se puede!

El tema del peso, o del sobrepeso en mi caso, tiene dos miradas, una es la de la salud, pues efectivamente el cuerpo se resiente y se deteriora si es que no está equilibrado, lo que se va a agravando al pasar los años, sobre todo para uno que en unos años más llegará a los cuarenta. La otra mirada es la estética, la de sentirse una persona más atractiva, de sentirse bien con uno mismo y con el entorno.

Si les planteo que lo hice sólo por un tema de salud estaría mintiendo, de hecho hoy lo que más satisfacción me da es que la ropa ya no me queda apretada, al contrario, y que las personas celebran lo bien que me veo actualmente, es gratificante cuando se sorprenden al verme. O poder ocupar una ropa que tenía guardada esperando la baja de peso, y poder usarla, es la raja!

En el discurso público me pasaba que me sentía inconsistente si contaba que me importa verme bien y vestir bien también, como que no era algo que se esperara de mi. Se me pasó harto tiempo resolviendo esta complicación.

Es increíble lo compleja que es la relación que las personas tenemos con nuestro cuerpo, es el elemento objetivo con el cual nos vinculamos con el mundo, es a través de él que las personas nos identifican, de hecho ven de forma más clara nuestro cuerpo que nosotros mismos, ¿No les ha pasado desconocerse cuando se ven y se escuchan en un video? 

Es importante recordarnos que nuestro cuerpo comunica en todo momento, no lo sabré yo que mi comunicación no verbal es bastante explícita y más de un problema me ha traído. Nuestro cuerpo habla de quiénes somos, de nuestro orígenes, de nuestras familias, incluso de nuestra autoestima.

Por todo lo anterior retomo la importancia de cuidar nuestro cuerpo, desde una perspectiva estética y también de la salud; es el medio por el cual nos vinculamos con el mundo, con los demás y lo más importante con nosotros mismos.