domingo, 29 de diciembre de 2013

Los Gays no somos mejores padres que los heterosexuales, ni peores.




Hace un par de meses el Programa Informe Especial presentó un reportaje denominado "Familias homosexuales, contra viento y marea".  En este programa se hizo seguimiento a distintas familias de gays y lesbianas y su experiencia de la paternidad. 

Se mostraron muy buenos ejemplos que ayudan a romper con los mitos respecto a las habilidades que tenemos los gays para ejercer la paternidad y de los efectos negativos en el desarrollo de los niños y niñas.

Hasta ahí todo bien, sin embargo me quedó un tema dándo vueltas respecto al mensaje entregado por este reportaje. Lo anterior se me aclaró cuando en conversación con amigos, algunos de ellos empezaron a afirmar que los gays éramos mejores padres que los heterosexuales, y que por lo tanto no debieran haber dificultades para adoptar y para apoyar la estrategias de fertilización.

Creo que afirmar que todos los heterosexuales son malos padres, o incluso que son buenos padres, es caer en generalidades que terminan siendo falsas. Lo mismo para los homosexuales, habrá quíenes son buenos padres y otros que no.

Lo que sí se afirma es que, a la luz de las experiencias conocidas, es que el hecho de que un niño o niña crezca en una familia homosexual no hace una diferencia en su desarrollo, si es que creciera en una familia heterosexual. Ni para bien, ni para mal.

Esto es coherente si se entiende que la homosexualidad es una característica más de una persona, como ser baja, morena, etc. y por su puesto si se le desviste de todos los prejuicios asociados a esta forma de expresion sexual.

Me parece que las personas, independiente de su orientación sexual, debiéramos tener el mismo derecho a formar familia, lo que implica la posibilidad de ejercer la paternidad, si es que se quiere.

Pero levantar el argumento de que los homosexuales podemos ser mejores padres que los heterosexuales, es una falacia que incuso podría perjudicarnos a nosostros mismos en nuestras demandas de igualdad. Los sujetos que se oponen a que se equiparen nuestros derechos, encontrarán la mala práctica de paternidad homosexual que echará por tierra esta afirmación rápidamente. 

Podríamos encontrar varios ejemplos de inhabilidades parentales de heterosexuales, pero nadie cuestiona su derecho a ejercer e incluso de ampliar su paternidad, es más el Estado chileno fomenta que padres que vulneran los derechos de sus hijos, deben ser apoyados pues declara que el mejor lugar para que un niño o niña se desarrolle es en el núcleo familiar.

Los Gays exigimos igualdad de derechos, no trato especial. Uno de ellos es a ejercer la paternidad, pero esto no quiere decir que seamos mejores ni peores padres que los heterosexuales, sino que requerimos de los mismos apoyos y validaciones sociales para que los hijos de todos y todas puedan crecer de forma digna y nutritiva en esta sociedad.

sábado, 21 de diciembre de 2013

Ni condicion, ni orientación homosexual, sino todo lo contrario


Respecto al origen de la homosexualidad existe un largo debate respecto a si es una condición u orientación sexual. Lo importante creo yo es que el sólo hecho levantar esta pregunta y de la forma en que muchos gays la respondemos, terminamos reconociéndo implicitamente que algo malo hay en ser homosexual.

Cuando hablamos de condición se entiende que es una característica intrínsica de la persona, acá los principales argumentos son los biológicos, podríamos decir que una persona es genéticamente homosexual. Este discurso muchas veces se usa frente a la necesidad de justificar el deseo homosexual y refuerza su construcción negativa. La personas son homosexuales no porque lo quieran, sin porque nacieron de esa forma y no pueden cambiar (entiéndase normalizarse en la lógica heterocentrada). 

Otra forma de entender la homosexualidad como condición está determinada por la mirada clásica respecto a la vivencia de un hecho traumático en la infancia o padre ausente. Acá nuevamente no se plantea como una opcion, sino como una determinación que se configura en los primeros años de vida.

La orientación homosexual en cambio enfatiza la opción en dos sentidos. El Primero es que las personas optan por ejercer su homosexualidad, es decir nacen con una condición, pero ésta se transforma en orientación cuando se hace efectiva mediante las relaciones sexuales. Esta división es fuertemente usada por la Iglesia Católica en su discurso. El Vaticano no condena a las personas homosexuales, sino que a las personas que practican la homosexualidad.

El segundo sentido de entender la orientación homosexual radica en la idea de que todas las personas podemos transitar en un continuo donde en un extremo está la homosexualidad y en la otra heterosexualidad, cada ser humano se ubica en algún punto, abriendo la posibilidad de que existan personas con distintos grados de homosexualidad o heterosexualidad. En este marco la práctica homosexual se entiende como orientación, pues es una opción de cada persona.

Como se puede observar no hay consenso en el origen de la homosexualidad, como tampoco lo habría en el origen de la hererosexualidad.

Lo importante es reflexionar en qué es lo que queremos respondernos cuando nos preguntamos por el origen de la homosexualidad. Más importante aún ¿Porqué nos hacemos esta pregunta?

Cuando se responde a la pregunta respecto del origen, en el fondo lo que se busca es absolver (y absolvernos) discursivamente de todos los prejuicios y de la construcción histórica negativa que se ha construido respecto a la homosexualidad, sea entendida como condición u orientación

Raro sería levantar por ejemplo la pregunta si ser zurdo es una condición o una decisión ¿Tiene alguna importancia?

Lo que sí está claro es que actualmente es un desventaja ser homosexual, pero esto no tiene que ver con que sea una condición ni orientación, sino con la discriminación, el hostigamiento, los prejuicios y las injurias que la sociedad históricamente ha levantado sobre nosotros. 

Por eso es importante avanzar en la igualación de nuestros derechos, para que deje de resonar tan fuerte la importancia de encontrar una respuesta que nos absuelva frente a la pregunta sobre el origen de la homosexualidad. 

Quizás el primer paso es que deje ser importante para nosotros mismos, pues la sociedad no tienen el derecho de cuestionarnos en la identidad de sujeto que hemos construído. Al contrario la sociedad sí tiene la obligación de ampararnos al igual que a todos los ciudadanos y no a cuestionar nuestra existencia ni nuestro deseo, que es en el fondo lo que subyace a la pregunta sobre el origen de la homosexualidad.

domingo, 3 de noviembre de 2013

El camino para adoptar siendo gay en Chile


¿Qué tan dificil es adoptar un niño o niña en nuestro país? La respuesta es que un proceso bastante complejo que tiene trabas jurídicas y por sobre todo culturales.

En Chile, la adopción se encuentra regulada por la Ley N 19.620 de 1999, en ella se establece que el orden de prioridad son los matrimonios chilenos, luego los matrimonios extranjeros y finalmente los solteros o viudos.

Esta prioridad opera también según la edad de los niños y niñas, aquellos más pequeños son adoptados por los matrimonios chilenos o extranjeros. En caso de las personas solteras o viudas su probabilidad es que puedan adoptar niños o niñas más grandes, 8 o 9 años, a menos que tengan una incapacidad física o se quiera adoptar a hermanos, con el fin de no separarlos.

Las adopciones por parte de solteros o viudos son las que tienen menor recurrencia y son realizadas casi en su totalidad por mujeres solteras.

Si alguien está interesado en adoptar puede llenar un formulario en el Servicio Nacional de Menores, este organismo se contactará para invitarlo a las capacitaciones para comenzar el proceso de adopción. Luego de estas dos jornadas de capacitación, se pide una hora con la Psicóloga o Asistente Social para una primera entrevista.

Es en este momento cuando comienzan a operar las trabas culturales, esta entrevista es el paso previo para comenzar formalemnte con las evaluaciones psicológicas y sociales, que los interesados deben pagar. 

El escenario actual es que las mujeres solteras que adoptan son una minoría y tampoco está instalado que hombres solteros adopten. 

Actualmente la Ley de Adpoción está en revisión, sobre todo privilegiando que los niños y niñas se queden en el país, antes que sean adoptados por extranjeros. Esto abre mayores oportunidades para los solteros y solteras. 

Así también se harán más expeditos los procesos en que se determina si un  niño o niña es susceptible de adopción, lo que provocará que muchos de ellos que viven en Hogares de Protección Residencial tengan esta oportunidad.

Para quiénes nos interesa adoptar, no es un camino fácil, pero creo que debemos inciar estos procesos para empezar a conolizar y normalizar estos espacios; porque de estar habilitados para adoptar, sabremos cómo hacer que nuestros hijos o hijas tengan acceso a la felicidad, porque hemos estado toda la vida trabajando por la nuestra.

sábado, 27 de abril de 2013

Matrimonio igualitario, elijo no casarme



¿Cuáles son las alternativas que la sociedad ofrece a quiénes somos homosexuales?

Cuando era niño, en los ochentas, me aterraba un aviso televisivo que informaba que los jóvenes de 18 años debían inscribirse en el cantón de reclutamiento para hacer el servicio militar, año a año se acercaba la fecha en que yo debía presentarme. Me daba miedo el hecho de que descubrieran que era homosexual, algo que sabía pero ni siquiera lo hacía consciente en mi.

Cuando era niño quería tener una gran familia y tener muchos hijos, 

Cuando crecí y comencé a exteriorizar mi homosexualidad el gran duelo tuvo que ver con no tener hijos, con asumir que no existe un proyecto de sociedad para ti  que lo deseable es que mantengas tu orientación sexual en el espacio privado, sin molestar a nadie.

Es verdad que en este camino uno le va buscando sentido a las cosas, lucha por que se cumplan los sueños, genera vínculos amorosos, entiende que construir la propia felicidad depende de uno y es una decisión avanzar en ello.

Es verdad que hay personas que reniegan de los proyectos que esta sociedad ofrece, como casarse, formar familia, tener un trabajo estable, cotizar, etc. Viven desde una contra cultura, lo que también es una decisión, es una elección.

En al caso del pleno Matrimonio Igualitario, su reconocimiento no está solamente asociado a poder casarse, es también la formalización de un espacio legítimo dentro de la sociedad, es la inclusión digna, igualitaria, al proyecto colectivo. 

Uno podrá estar a favor o en contra del matrimonio, pero lo que no puede seguir sucediendo es que las personas LGBT crezcamos sin un proyecto de desarrollo que nos incluya en la sociedad de forma igualitaria, sea para elegir casarse o no. 

Su aprobación aportará a legitimar nuestro lugar en el mundo, para no sentir que nuestra felicidad se restringe al ámbito privado, a la habilidad para esconderte, para no generar ruido.
Es importante que las nuevas generaciones de homosexuales puedan decidir como insertarse en la sociedad, que tengan los mismos grados de libertar que todos los chilenos, en definitiva de ser más felices o no, según lo que deseen, pero amparados al igual que todos, por el Estado.

domingo, 30 de diciembre de 2012

2012 de Zamudio a Atala



El 27 de Marzo de este año falleció Daniel Zamudio, frente a la conmoción de todo un país que siguió su agonía luego de que un grupo de orientación neonazi lo golpeara brutalmente.

Este triste hecho, a mi juicio, dio a conocer una sociedad mucho mas tolerante y abierta de lo que la clase política tenía conocimiento. Esto ha generado un posicionamiento y empatía nunca antes visto de las demandas de la diversidad sexual en nuestro país. También nos ha cuestionado a nosotros mismos en el aporte realizado para terminar con actos de discriminación que están naturalizados desde nuestros espacios cotidianos, entendimos con mucho pesar que nuestro silencio alimenta las voces homofóbicas y que algunos se sientan con el derecho de hacer uso de la violencia en nuestra contra.

Este hecho aceleró la promulgación sobre la Ley Antidiscriminación que comenzó a regir el 24 de julio de este año, a pesar de que debe perfeccionarse es un soporte jurídico al que pueden acceder todo aquel que sea discriminado y también establece que el Estado deberá realizar políticas públicas a favor de la igualdad. 

Este año se realizaron varias marchas tanto en Santiago como en regiones en favor de los derechos de la comunidad LGTB, instancias cada vez más masivas, en que las personas que no son gays están comenzando a participar; confirmando así que nuestras demandas cada vez son más compartidas con nuestra sociedad.

El avance de la demanda por nuestros derechos se ha ido masificando y esto también ha generado mayor número de organizaciones trabajando por la diversidad sexual. Sin embargo triste fue el espectáculo que el MOVILH e IGUALES dieron sobre  la marcha de la Igualdad realizada en Junio. Más que por este hecho puntual, estas diferencias reflejan lo lejos que estamos de generar una instancia nacional que agrupe a todas las organizaciones LGTB del país, lo que sin duda haría más potente nuestra voz y avanzaríamos más rápidamente en nuestras demandas.

En octubre se realizaron las elecciones municipales en la que varios candidatos se pronunciaron  a favor de la tolerancia, fue re electa como concejala Alejandra González en Lampa, fue electa Zuliana Araya en Valparaíso y Jaime Parada en Providencia como el primer concejal que reconoce su homosexualidad en el país, levantando sus propuestas desde la diversidad sexual. Buenas noticias y se espera que matrimonio igualitario esté presente en la campaña presidencial del próximo año.

El Acuerdo de Vida en Pareja ingresó el 2011 sin urgencia y recién se discutió en el Senado el 19 de diciembre de este año, proyecto que tiene falencias sobre todo en la constitución de la sociedad de bienes, no reconoce estado civil, ni regula la disolución ni la sucesión. Sin urgencia es probable que pase mucho tiempo antes que éste sea aprobado.


El 21 de marzo de este año la Corte Interamericana de Derechos Humanos condenó al Estado chileno por “violación al derecho a la igualdad y la no discriminación y violación a su vida privada” gracias a una demanda que presentó la jueza Karen Atala, donde denunció haber sido discriminada por la judicatura debido a su condición de lesbiana. Recordemos que en el año 2004 la Cuarta Sala del máximo tribunal del país, por tres votos a dos, le concedió la tuición de las tres hijas de la magistrada a su ex marido, Jaime López, argumentando que su orientación sexual vulneraba el intereses superior de la niñas (Citas extraídas de The Clinic). 

Es por esta razón que el acto de desagravio que el Estado chileno estuvo obligado a realizar con fecha 14 de diciembre de este año, es un clara señal de que éste también debe establecer procesos de reparación cuando viola los Derechos Humanos debido a la orientación sexual.  Así también reafirma que el Estado debe actuar en base a su carácter laico y no influido por ideologías religiosas, como fue este caso.

Como verán este año estuvo bien movido y bien conmovido por distintos hechos en materias de diversidad sexual, pendiente queda al AVP, avanzar en Matrimonio Igualitario, Ley de Identidad de Género que beneficiaría a las personas Trans, a mi juicio las más vulnerables de nuestra comunidad. 

Pendiente queda también la generación de una Coordinadora Nacional de Organizaciones LGTB, para lo cuál es importante que nuestros líderes estén a la altura de este desafío, porque el no estar unidos también nos hace blanco de las criticas de nuestros opositores y debilita nuestra voz a nivel público.

Un último recuerdo para Daniel que es a quién más caro le costó que exista homofobia naturalizada en nuestro país, un recuerdo que nos reafirma que no hay vuelta atrás, que la lucha se da en la esfera pública, pero también debemos darla en los espacios cotidianos en los que cada uno/a de nosotros/as transitamos, pues ya no podemos ni queremos seguir  permaneciendo en silencio.


domingo, 26 de agosto de 2012

La Clase Acomodada y la Clase que Incomoda








Hace un par de meses se estrenaron dos películas de temática gay en Chile, la primera "Mapa para Conversar" que narra la historia de una mujer que tiene una relación lésbica y que reúne a su pareja y a su madre en un yate, para que a partir de este paseo se produzca un encuentro entre ambas. Sin duda la película tiene mucho más que lo que acabo de señalar, pero extraigo esta síntesis para desarrollar esta columna. 

Es curioso como es que el lesbianismo ABC1, digámoslo con sarcasmo por cierto, ha salido del Clóset últimamente, con una estética más refinada, alejada de la imagen de "camiona y pobre" en las que han sido estigmatizadas. Supongo que siempre es bueno mostrar la diversidad de la diversidad., siempre y cuando esto no reproduzca la discriminación.

La segunda historia es de dos hombres marginales, pobres, que en el desafío de vivir juntos, enfrentan una serie de problemas de su entorno y propios, para enfrentar su relación amorosa. Nuevamente señalo que la película es mucho más de lo que acabo de resumir. Acá se muestra la dificultad de tener una relación homosexual, pero esto unido a la dificultad de ser pobre, doble o triple dificultad creo yo. 

A partir de estas historias de la diversidad sexual, entonces se recrea el escenario de desigualdad social que existe en nuestro país, en la primera película podríamos decir que la locación es un yate y en la segunda un ring de box. 

Lo que me parece importante de poner atención es cómo la agenda Gay a partir de sus reivindicaciones, va excluyendo otros elementos sociales que actúan como igual dispositivo discriminador en otros ámbitos. Al parecer las demandas de la comunidad hubiesen abandonado el ideario de que la lucha por la igualdad, también es una lucha por la igualdad de oportunidades económicas, en educación, en salud, etc. Restringiéndose actualmente a demandas civiles y políticas, como el matrimonio, adopción, etc.

Como si el discurso de la diversidad sexual no tuviera vinculación directa con las demás injusticias que vive nuestro país. Haciendo ficción a partir de estas dos películas, supongo que una ley de matrimonio beneficiaría tanto a la parejas de lesbianas acomodadas y a la pareja de gays marginales. Incluso es posible que los cuatro pudieran luchar por la misma demanda y encontrarse en una marcha por el Matrimonio Igualitario en la Alameda.

La pregunta es que cuando la pareja de gays marginales, por ejemplo, acompañe a los estudiantes  que demandan tener una educación de calidad, a la que ellos no accedieron, o demanden mejores empleos...la pareja de lesbianas acomodadas estará también con ellos en la calle u otro lugar, o seguirán apesadumbradas por sus problemas familiares tratando de solucionarlos, conversando, tomando champaña, sufriendo en yate... eso define para mi también quiénes son tu aliados en esta necesaria lucha por la igualdad...la que no es sólo por la diversidad sexual.

El deseo igualdad no es sólo para normalizarnos a través del acceso a derechos civiles, es también una posibilidad de disminuir todas las injusticias que se dan en este país, aunque se vea como un discurso denso, difícil de digerir, menos estético y que nos incomode.

domingo, 11 de marzo de 2012

SOBRE LA LEGITIMIDAD SOCIAL DE LAS RELACIONES GAYS



Hace tiempo me encontré con una conocida que me contaba que estaba muy triste ya que se había separado luego de siete años de matrimonio, además su hijo no lo estaba pasando nada bien. Me dijo que había pedido días de permiso en el trabajo y que su jefe le había dicho que se tomara el tiempo necesario para estar bien.

"Chuta", pensé resulta que yo también estaba terminando una relación de siete años y sentí que pasábamos por procesos parecidos, eso sí mi relación era homosexual, por tanto no me pude casar, aunque lo hubiera hecho y en vez de un hijo me quedé con dos gatos, que quiero mucho y de los que me tengo que hacer cargo.

Resulta que la sensación de no sentirme contenido en los espacios que transito se fue haciendo cada vez más frecuente, con un duelo que les encargo, sin saber mucho como se administran estas emociones, envuelto en un péndulo emocional en el que en un minuto estaba super seguro que lo mejor era terminar esta relación y al otro día creía que era mejor darse una nueva oportunidad.

Así también viviendo la angustia, la angustia de romper la cotidianidad que te sostiene, la angustia de desarmar un hogar de siete años, la angustia de alejarte de tu pareja a la que le tienes un profundo cariño, la angustia a quedarte solo.

Uno está envuelto en este péndulo emocional, y efectivamente uno se acompaña con los amigos, pero en el espacio laboral, con tus compañeros de trabajo no hay cabida. No así como la historia de la conocida que les señalaba al principio que tuvo un dispositivo de apoyo en su espacio laboral y que fue contenida por sus compañeros de trabajo.

Tratando de entender porqué sucede esto, creo que es, entre otras cosas, producto del tipo de relaciones que uno construye cotidianamente en el espacio laboral. Me explico: si bien en mi trabajo conocían a mi pareja, en las conversaciones diarias no estaba tan presente, en lo que hice el fin de semana, menos contar sobre una discusión o incluso que fuera a la oficina. No así los demás compañeros que en sus discursos hablaban de sus parejas, de sus peleas, los iban a buscar al trabajo, pedían permisos si se enfermaban, etc.

Existe un punto en el que incluso uno mismo reprime su discurso cotidiano en ambientes formales como el laboral, me imagino que un otro que apenas tiene noticias sobre la relación de tu compañero de trabajo, difícilmente se conmoverá o entenderá o empatizará con este duelo.

Operan también ciertos mitos de los que uno al final final igual termina haciéndose cargo, que por ejemplo las relaciones homosexuales son pasajeras, entonces en el discurso tu siempre estás bien, no se cuentan las tensiones, las peleas, las tristezas, las vergüenzas; para no alimentar este mito, para que no te categoricen dentro de aquellos imposibilitados o se asome la fragilidad que finalmente tienen todas las relaciones humanas.

El otorgar legitimidad, y por cierto dignidad, a las relaciones homosexuales, requiere de un marco normativo que así lo permita, requiere un cambio cultural que integre la cotidianidad de cómo es que se vive la homosexualidad en toda la sociedad y por cierto también requiere de un cambio en nosotros mismos que nos permita expresarnos con mayor libertad

Todo lo anterior para llegar finalmente al punto en que reconozcamos que todas las relaciones humanas tienen el mismo estatus, sea para calificarlas como dañinas, irrelevantes, importantes o valiosas; lo que no puede seguir pasando es que a partir de un duelo tan potente como el termino de una relación que se sostuvo durante siete años, algunos calificados como los "normales" tengan todos los dispositivos de contensión y otros como nosotros quedemos al margen de un apoyo emocional, cuando también lo necesitamos porque estamos tristes y vunerables.