sábado, 26 de febrero de 2011

Quiero ir a una disco gay pero me da susto.



A todos nos llega el momento de querer ir lugares gays, para divertirnos, compartir con los amigos y eso está super bien.

La primera vez que fui a una disco gay me pareció una gran experiencia, no lo pasé tan bien, ya que estaba observándolo todo y tenía susto de encontrarme con alguien conocido, pero me agradó la música y por sobre todo esa libertad que se respiraba en el ambiente.

Cada cierto tiempo voy, lo que alterno con salidas con amigos y amigas, comidas, conversaciones, cumpleaños, etc. Además muchos de estos lugares no son baratos.

Existen varios mitos respecto de las discos gays, según mi experiencia los riesgos son similares a los que existen al ir a una disco hetero sexual. 

Si quieres ir a un lugar gay, eres mayor de edad,  pero te da susto, los tips que yo entregaría son los siguientes:

1) No vayas solo, anda con un amigo o una amiga que te acompañe.

2) Si no tienes amigos gays o una amiga que te acompañe, te aconsejo asistir a los talleres de desarrollo personal que sé que realizan el MUMS y Acciongay, en los que junto con poder trabajar la aceptación personal, tendrás la oportunidad de conocer a otros gays que tienen las mismas preguntas que tú. Yo los hice y fue una gran experiencia.

3) El encontrarse con alguien conocido, siempre es una posibilidad. Haz lo que te nazca, si quieres saludar, pues saludas, si no quieres hacerlo no lo hagas. Es importante afrontarlo con naturalidad, quizás con quien te encuentres tiene tus mismos temores o es una persona con más experiencia que puede ser un aporte o quizás simplemente te desagrada. Afrontarlo con naturalidad implica no sentirse obligado a dar explicaciones.

4) No te expongas a situaciones que pueden ser un riesgo para tí, entre otras cosas, por eso es importante ir acompañado. Cuando me refiero a riesgos, estoy pensando en que en ocasiones estamos más vulnerables emocionalmente y tomamos decisiones equivocadas de las cuales luego nos arrepentimos.

5) Si vas en plan de conquista, super bien, pero recuerda no ponerte en situaciones de riesgo.

6) Lo más importante según mi pensamiento es que vayas intercalando estas salidas a las discos con otras actividades de esparcimiento que incluyan todos los círculos sociales con los que te relacionas, sean gays, heteros o diversos; y en distintos formatos, compartir en las casas, ir a tomar café, pasear, visitar museos, ir al cine, etc. 


Finalmente decirte que es muy entretenido ir a las discos gays, pero no termines limitándote a ir sólo a estos lugares, serás un gay más feliz y una persona más integral cuánto más oportunidades te des para estar con otros en distintos ámbitos.









viernes, 25 de febrero de 2011

¿Se puede estar en pareja siendo gay?


Uno de los temas más importantes que me ha tocado vivir y escuchar tiene que ver con el deseo, muy válido por lo demás, de estar en pareja. 

Creo que es importante preguntarnos porqué queremos estar en pareja, necesitamos expresar y recibir amor, sentirnos acompañados, otros además queremos construir proyectos en conjunto o formar una familia. No creo que las razones sean muy distintas entre parejas hetero u homosexuales.

Lo primero en señalar es que, en base a mi experiencia, obsesionarse con encontrar pareja por miedo a estar solo, pueden inducirnos a una serie de errores y a veces a soportar menos la soledad.  

He aquí mi primera opinión respecto del tema, me parece que uno debe tener la valentía de enfrentarse cara a cara con el propio temor a soledad, porque es una condición que es parte de la vida y que además se agudiza en el mundo gay. Como efecto positivo de este encuentro cara a cara con la soledad, de transitar por nuestros propios miedos y sueños, dándoles el tiempo necesario para que decanten, terminamos alimentando y enriqueciendo un mundo interno, que se convertirá en el gran soporte para enfrentar todo lo que venga, las felicidades y las tristezas; en compañía o en solitario. Este es un ejercicio que es personal, que no se acaba, que se puede complementar con lecturas, con apoyos de otro u otras significativos, pero que nadie puede hacer por ti.

Así se entiende que también es un posibilidad legítima el no querer estar en pareja, que es una decisión que también me ha tocado ver; me parece válido cuando es una decisión producto de las reflexiones de este mundo interno.

Dicho lo anterior, mi expectativa siempre ha sido estar en pareja, he hecho el esfuerzo por encontrarla, lo que no quiere decir que fuera una obsesión buscarla, que todos aquellos gays que me gustaran y con los que salía, los visualizara inmediatamente como pareja. 

A veces la vida te sorprende y te entrega regalos maravillosos, lo importante es estar bien parado cuando estos llegan. Hace seis años conocí a quién es mi actual pareja, nos fuimos a vivir juntos a los seis meses, nos amamos, nos hemos acompañado y apoyado durante todo este tiempo. 

Claramente no hay una receta, pero si ha sido importante que cada uno tenga sus propios proyectos de vida. Han habido dificultades, pero que se han resuelto con la confianza y la lealtad como pilares. 

Quizás suene poco romántico pero los años que llevamos juntos han sido la suma de los días y de querer seguir estando juntos. No sé si vamos a envejecer en pareja, pero hoy seguimos amándonos en la libertad de querer estar juntos y de no perder, al menos yo, el diálogo con mi mundo interno, que como antes dije es mi mejor soporte para mantener en alto esta relación y todos los demás ámbitos de la vida que me apasionan.

Entonces si tu expectativa es estar en pareja, de acuerdo a mi experiencia creo que es perfectamente posible y que es maravilloso. Lo importante es que:

  • no dejes de alimentar tu mundo interno, 
  • que no pospongas tus proyectos personales frente a un otro que te anule, 
  • que en la desesperación de no querer estar solo te expongas a situaciones que terminen con generarte mayores daños 
  • y que exista confianza mutua para superar las dificultades que se van a presentar.


Para cerrar comparto un tema dedicado a mi pareja y que nos ha acompañado en este pedazo de la vida en que hemos estado juntos:



jueves, 24 de febrero de 2011

Me dicen el Maricón del Curso



Si estás en esta situación, lo primero que quiero decirte es que aunque ahora te parezca imposible de creer esto pasará y lo superarás.

Cuando iba a cursar séptimo básico, a los 12 años, ingresé a un nuevo colegio de puros hombres. Mi llegada fue bastante normal hasta que comenzaron a aflorar algunos tonos más finos en mi voz y en poco tiempo me convertí en objeto de burla de mis compañeros todo ese año.

No fue nada fácil esta situación, mi familia no es de dinero, mis padres estaban orgullosos de mi porque había quedado en este colegio de mucho prestigio y además hicieron un gran esfuerzo económico; así es que no me atreví a contarles lo que me estaba pasando. 

En esos años, a fines de los ochentas nadie hablaba de Bullyng Homofóbico como un problema social, sino que a esta expresión de violencia se le atribuía la responsabilidad a uno mismo, es decir a la víctima, por no saber defenderse para superar esta situación. Recuerdo que mi profesora jefe me señaló que lo que debía hacer era pegarle un combo a mis compañeros cuando me estuvieran molestando, nunca me atreví hacerlo, la violencia aún hoy me inmoviliza. Recuerdo también las burlas del profesor de química y física como si fuera uno de los compañeros del curso que me agredían.

Sin querer bajarle el perfil a este hecho muy doloroso que me ocurrió, creo que uno de los factores que facilitaron esta situación era la forma en que se relacionaban mis nuevos compañeros, y de lo cual el colegio no se hacía cargo, era de forma bastante agresiva, violenta, descalificadora, competitiva, es cosa de imaginarse un grupo de 35 adolescentes hombres compartiendo el mismo espacio todos los días. Por cierto que si bien yo era el maricón del curso, había otros que eran "el roto picante" por su origen humilde, "el tonto", "el feo", etc.

En ese año entrando a la adolescencia me cerré como una ostra, iba al colegio, esperaba que pasara el día, luego llegaba a mi casa, veía televisión y me acostaba. Dejé de ver a mis amigos del barrio, funcionaba de forma autómata. En lo recreos me quedaba en la sala reprimido, recuerdo un detalle muy tierno de un compañero que en una oportunidad me invitó a jugar con una pelota hecha con hojas del cuaderno, al verme tan ensimismado.

Como finalmente todo pasa, repito todo pasa, ya al año siguiente comencé a tener un grupo con el cual me juntaba y que con el tiempo se convirtieron en los mejores amigos que recuerdo de esa época. Comencé a integrarme a las actividades que el colegio tenía, íbamos a trabajos de verano, de invierno, etc. Aprendí mucho de todas estas experiencias, ya en segundo medio era feliz, tenía mis amigos, me entretenía y era parte del colegio. La burlas se fueron acabando poco a poco y dieron paso a una estimación que se mantiene hasta el día de hoy. Terminé allí mi enseñanza media.

Hace poco conversaba este tema con mi madre pues yo sabía que cuando las burlas hacia mí eran reiteradas,  un sacerdote del colegio la llamó a ella y a mi padre para conversar la situación. Sin embargo nunca me dijeron nada, mi padre no lo quiso creer y mi madre calló. Como antes señalé yo tampoco les dije nada, por que sentía vergüenza de mismo y porque no los quería defraudar. 

Conversábamos con mi madre cual habría sido lo mejor forma de afrontarlo familiarmente, si bien siempre la situación ideal es comunicarse y haciendo una lectura reparadora de lo sucedido, creemos si mis padres hubiesen hablado conmigo, me habrían preguntado si quería volver a mi antigua escuela y yo habría dicho que sí. Mi madre me dijo que en esa época ella internamente pensaba que yo fuera fuerte y que aguantara principalmente por las oportunidades que se me abrirían si me mantenía en dicho colegio. En eso tuvo toda la razón.

Pasó el tiempo, dejé de ser el maricón del curso del que se burlaban, hice grandes amigos y estoy orgullo de del coraje que tuve para afrontar y sobreponerme a esta situación, lo que ha sido un aprendizaje de vida. 

A veces sigo siendo un poco desconfiado y hay gente que me asusta un poco, todos tenemos nuestros fantasmas, otro aprendizaje ha sido no hacerse el loco con lo que a uno le duele, poder exteriorizarlo en cómo realmente uno lo sintió o aún lo siente. Hoy sé que tengo la habilidad comprobada de sobreponerme frente a cualquier situación, por muy difícil que sea, como dice un cantante "donde yo me caigo, otros se matan".

Si estás en esta difícil situación decirte que te entiendo y repetir que se puede superar, aprende a buscar ayuda, antes no había tanta información. Si te interesa el Movilh publicó un manual de convivencia escolar "Educando en la Diversidad" el cual puedes descargar. 

Recuerda que lo más importante y lo primero es la propia aceptación tal cual eres...


Nunca fue facil,
pero creo a tus ojos,
es tan fragil depender de todo,
y como explicarte,
desde el encierro,
cuanto miedo da salir,
a ese mar de dudas,
ya no hay mas que hacer,
sos tu propia ayuda,
ahora anda y vivi,
yo siempre ame,
tu locura.
ya no hay mas que hacer,
sos tu propia ayuda,
ahora anda y vivi
lo que siempre ame,
tu locura...
Gustavo Cerati






miércoles, 23 de febrero de 2011

¿Debo contarle a mis padres que soy Gay?


La verdad es que la respuesta a esta pregunta la tiene cada uno o una. Nadie más que uno mismo se conoce a sí mismo y a su familia.

Cuando decidí salir del clóset uno de las interrogantes era si debiera contárselo a mis padres, desde la intuición a mi me parecía que era lo que necesitaba.

Luego de haberlo conversado con mis amigos y amigas, de haberme leído todo lo que encontré en internet respecto a la homosexualidad y de cómo comunicárselo a los padres, decidí hacerlo.

En esa época yo tenía 26 años, vivía en Santiago y mis padres en el sur, por lo que viajé por el fin de semana, llegué un sábado por la mañana y recién en la noche cuando ambos estaban acostados, fui a su dormitorio a conversar con ellos. 

En primer término le dije a mis papás que debía comentarles algo muy importante y que era algo que no iba a cambiar "soy homosexual y para mi es importante que ustedes lo sepan". Mi madre se emocionó me dijo que siempre lo intuyó, pero que creía que por mi edad como no lo había manifestado antes no era gay; me acogió y dijo que me apoyaba. Mi padre fue más pausado, me preguntó si estaba seguro, si había estado con mujeres, al señalarle que estaba seguro, me dijo también que me aceptaba, que seguía siendo su hijo.

Luego de abrazarnos les entregué información que había impreso desde internet donde se explicaba qué era la homosexualidad, los debates respecto a su origen, lo mitos e incluso algunos tips para padres que recién se enteran que su hijo era gay.

Mi madre la recibió en silencio y mi padre dijo que me aceptaba y que no necesitaba leer nada, sin embargo comentó algo muy fuera de foco y que está muy mal asociado con la homosexualidad, me dijo que como él era profesor, le ha tocado ver a un par colegas que se enamoran de sus alumnos y que me cuidara de aquello, a lo que yo respondí que ser gay no tiene nada que ver con la pedofilia, que es un mito que ha hecho infelíz a mucha gente. 

Luego de este comentario desubicado me señaló algo se me marcó con fuego, dijo: "yo entiendo que hoy nos dices que eres homosexual, pero te pido que te cuides, sería muy triste que un tiempo futuro tu vinieras nuevamente y nos digas que tienes SIDA, así también te pido que regules este afán de exteriorizarlo, tu nos contaste a nosotros que somos tus padres, pero no es necesario contárselo a todo el mundo y este tipo de cosas puede perjudicar tus oportunidades laborales, frente a dos candidatos igual de buenos para un puesto laboral, esto te puede jugar en contra"

Luego de agradecerles muy fui acostar sin el peso del mundo sobre mis hombros. Semanas después mi papá preguntaba por la información que yo había dejado.

Fue una decisión no contárselo a mis hermanos, estamos todos repartidos en distintas ciudades y no tengo mucho contacto con ellos, que lo supieran mis padres en ese minuto para mí era suficiente.

No quiero dar la idea de que luego de esta conversación todo fue perfecto, surgieron otros problemas frente a los cuales no siempre hemos estado a la altura para solucionarlos, por ejemplo cuando me fui a vivir en pareja 5 años después, que fue el momento en que se concretizó para ellos mi homosexualidad (pero será motivo de otro artículo). Mi madre a pesar de sus prejuicios, dejó primar el corazón y los afectos; a mi padre aún le cuesta aceptarlo con naturalidad.

Como tips importantes humildemente yo diría:

1) Sólo tu sabes si quieres contárselo a tus padres o familia. Busca el apoyo de tus amigos o de algún profesional  adecuado que te apoye en tu proceso de aceptación, esto es lo más importante.

2) Si decides no contarlo, a veces hay impedimentos muy válidos, actuar en consecuencia.

3) Si decides contarlo, primero estar convencido que tu estás preparado para el desgaste emocional que esto va a implicar y para los posibles reacciones que se pueden dar.

4) Generar un momento adecuado para conversarlo, encuadrando el diálogo en que es algo muy importante para tí y que esperas que primero te escuchen para luego poder conversar, hablar desde el corazón.

5) Creo que si uno decide contárselo a los padres es porque está muy seguro, y es importante transmitir esta seguridad, para no generarles incertesas o expectativas erradas a ellos.

6) Escuchar las opiniones, a veces pasa que cuando las personas reciben este tipo de noticias no reaccionan de la mejor forma, o mejor dicho como uno quisiera. En estos casos es importante entender que esto es el inicio de una conversación que quizás durará toda la vida. Lo importante es que ahora es más transparente. 

7) Dejar que prevalezcan los afectos, entender que luego de contarles a tus padres se viene harta pega.

Cuando miro en perspectiva todo este proceso me doy cuenta que todo valió la pena, que ha sido perfecto considerando lo imperfectos que somos en mi familia.

Las páginas que están publicadas en este blog, tienen material y debate sobre estos temas en Chile.






martes, 22 de febrero de 2011

Es una decisión ser Feliz


Esta escena de la Película "Beautiful Thing" o "Dulce Amistad" en español, fue muy liberadora en el año 1999. En aquel entonces tenía 25 años con una pulsión y deseo sexual reprimido, con miedo hasta de pronunciar la palabra "Homosexualidad" incluso para mi mismo, aún no exteriorizaba mi condición sexual a nadie.

Extraño pues si bien vengo de una familia esforzada y machista, como muchas en Chile, mi ideología era bastante progresista, eso hasta que se tocaba el tema de la homosexualidad y me cerraba como una ostra; por miedo, sí por miedo a mi mismo, que me descubrieran, que se me escapara algo que me delatara o abriera la puerta para que me interrogaran Así es que lo único que me quedaba hacer era hablar huevadas y argumentaciones incoherentes con mi pensamiento progresista. 

Ahora sé que luego de toda el agua que ha corrido bajo el puente, mis amigos e incluso mis padres ya lo sabían y esperaron el momento en que yo decidiera exteriorizarlo, tanta energía gastada y todo era más fácil, pero vamos cada uno tiene sus tiempos y procesos.

Volviendo a la película, una de mis compañeras de la universidad, hoy una de mis mejores amigas, sugirió que la fuésemos a ver al cine Arte Alameda. Con susto no le pude decir que no y partimos. Fue la primera vez que vi a dos hombres besándose, además en una historia de dos adolescentes que descubrían su orientación sexual de forma muy natural y con afecto. Vaya a saber uno si esta ida al cine fue una de las cosas que gatillaron mi salida del closet el año siguiente.

Hace 11 años comenzó mi salida del closet y lo más importante, la aceptación de mi mismo y de mi orientación homosexual, no ha sido fácil... no es fácil. No sabría como explicarlo, ya que en su minuto fue más intuitivo que racional, pero finalmente entendí que la autoaceptación  tiene que ver con la búsqueda de la felicidad, ni más ni menos, a pesar de que no cuente con un reconocimiento social para expresar libremente mis afectos, si la gente supiera todo el daño que esta marginación provoca en personas como yo y otros...

Hoy leí que una empresa de Gelatería Chilena tuvo que pedir disculpas públicas porque una de sus vendedoras le dijo a una pareja gay que ella "no atendía maricones", la semana pasada un periodista de televisión también tuvo que pedir disculpas por decirle a uno de los panelistas "no me toquí fleto" en el programa Alfombra Roja. Estamos ad portas de que el ejecutivo presente la propuesta de Unión Civil que reconoce derechos importantes, pues no son todos,  a las parejas gays. Hoy nuestros líderes no han podido seguir haciendo vista gorda en el reconocimiento de igualdad de derechos.

Supongo que la vida nos plantea a todos y todas distintas dificultades, dentro de las cuáles en mi caso fue la aceptación de mi orientación homosexual, yo diría que mi mejor estrategia de sobrevivencia fue decidir lúcidamente ser feliz, amando profundamente, enfrentando mis miedos cada vez con mayor valentía y mis inconsecuencias con humildad y transparencia; tal como dice la canción de la escena escogida  "hacer mi propia clase de música" de lo que me siento felizmente orgulloso, a veces desafino un poco, pero es bella porque es la mía.