domingo, 26 de agosto de 2012

La Clase Acomodada y la Clase que Incomoda








Hace un par de meses se estrenaron dos películas de temática gay en Chile, la primera "Mapa para Conversar" que narra la historia de una mujer que tiene una relación lésbica y que reúne a su pareja y a su madre en un yate, para que a partir de este paseo se produzca un encuentro entre ambas. Sin duda la película tiene mucho más que lo que acabo de señalar, pero extraigo esta síntesis para desarrollar esta columna. 

Es curioso como es que el lesbianismo ABC1, digámoslo con sarcasmo por cierto, ha salido del Clóset últimamente, con una estética más refinada, alejada de la imagen de "camiona y pobre" en las que han sido estigmatizadas. Supongo que siempre es bueno mostrar la diversidad de la diversidad., siempre y cuando esto no reproduzca la discriminación.

La segunda historia es de dos hombres marginales, pobres, que en el desafío de vivir juntos, enfrentan una serie de problemas de su entorno y propios, para enfrentar su relación amorosa. Nuevamente señalo que la película es mucho más de lo que acabo de resumir. Acá se muestra la dificultad de tener una relación homosexual, pero esto unido a la dificultad de ser pobre, doble o triple dificultad creo yo. 

A partir de estas historias de la diversidad sexual, entonces se recrea el escenario de desigualdad social que existe en nuestro país, en la primera película podríamos decir que la locación es un yate y en la segunda un ring de box. 

Lo que me parece importante de poner atención es cómo la agenda Gay a partir de sus reivindicaciones, va excluyendo otros elementos sociales que actúan como igual dispositivo discriminador en otros ámbitos. Al parecer las demandas de la comunidad hubiesen abandonado el ideario de que la lucha por la igualdad, también es una lucha por la igualdad de oportunidades económicas, en educación, en salud, etc. Restringiéndose actualmente a demandas civiles y políticas, como el matrimonio, adopción, etc.

Como si el discurso de la diversidad sexual no tuviera vinculación directa con las demás injusticias que vive nuestro país. Haciendo ficción a partir de estas dos películas, supongo que una ley de matrimonio beneficiaría tanto a la parejas de lesbianas acomodadas y a la pareja de gays marginales. Incluso es posible que los cuatro pudieran luchar por la misma demanda y encontrarse en una marcha por el Matrimonio Igualitario en la Alameda.

La pregunta es que cuando la pareja de gays marginales, por ejemplo, acompañe a los estudiantes  que demandan tener una educación de calidad, a la que ellos no accedieron, o demanden mejores empleos...la pareja de lesbianas acomodadas estará también con ellos en la calle u otro lugar, o seguirán apesadumbradas por sus problemas familiares tratando de solucionarlos, conversando, tomando champaña, sufriendo en yate... eso define para mi también quiénes son tu aliados en esta necesaria lucha por la igualdad...la que no es sólo por la diversidad sexual.

El deseo igualdad no es sólo para normalizarnos a través del acceso a derechos civiles, es también una posibilidad de disminuir todas las injusticias que se dan en este país, aunque se vea como un discurso denso, difícil de digerir, menos estético y que nos incomode.